Con mucha expectación se produjo una retrasada visita de Sizzla Kalonji al país. Esta se pudo aprovechar para conocer sus propósitos como cantante Rastafari diseminando el mensaje de Un Amor por el mundo. Se dio la feliz oportunidad de compartir una tarde de hermandad en Pirque razonando, conociendo y disfrutando de la ilustre compañía del aguerrido Sizzla.
Una treintena de hermanos y hermanas recibieron al cantante acompañado por el paternal productor Phillip “Fatis” Burrell. En una asoleada tarde de Sabath, hubo tiempo para escuchar los guitarreos del jamaicano pasando por Praise Ye JAH y Holding Firm, entre otros; atender un distendido, pero solemne diálogo entre Ras Don representando la comunidad Rastafari chilena y Sizzla, quien no escatimó esfuerzos por apoyar y aconsejar el trabajo de la congregación local, y por último, cantar y meditar en una ceremonia Nyabinghi encabezada por el propio Sizzla en el Bass Drum.
Pronto vendría la tarde del concierto. Abría Conciencia Yo & Yo ante un público disminuido, quizás por el costo de las entradas. Con un show bastante corto debido a problemas de sonido, muchos de los asistentes no alcanzaron a disfrutar de los temas que venían a presentar los oriundos de Pirque.
Siguió Boomer, apoyado por Felipe en los coros y su amigo C-Funk timoneando las bases musicales. Sólido show con bastantes novedades como su nuevo disco Riddim Seven 2.0 que regaló al público y con muchos clásicos haciendo corear a la audiencia del Teatro Caupolicán. El orador de La Pincoya dejó bien parado el nombre del Raggamuffin chileno.
Kalonji demostró su clase y su manejo sobre el escenario; No importaba si era una balada, un Reggae o un Dancehall, el artista sabe de lo que es capaz y cuando siente que la vibra no es la correcta, Pull-Up! y cambio de tema, así de simple.