Cuando el otoño da frutos al cultivador, llega como regalo del cielo un concierto que promete calar hondo en la escena musical de Chile.
La expectación crece porque se anuncia el Dancehall Festival “ONE”, un evento de primera categoría que promete la participación de Anthony B, por primera vez en el país, acompañado por Kymani Marley quien representa la veta clásica del reggae asociada a la figura de su padre. Como si fuera poco, calentarán el ambiente del Arena Santiago el exitoso español Morodo y su banda Ranking Soldiers secundado por Kafu Banton directo desde Panamá.
La coronación del evento está a cargo de Easy Star All Stars, un colectivo de músicos experimentados que homenajean a Pink Floyd con su Dub Side of the Moon y a Radiohead, específicamente su álbum OK Computer.
Esta maraña de artistas de reconocida trayectoria internacional dará vida a uno de los espectáculos Reggae más esperados el próximo 27 de mayo. En Arca Negra te informamos sobre cada artista, empezando por uno de los emblemas del Dancehall:
El buen Keith Anthony Blair nació de padres Rastafari, por lo que creció rodeado por la cultura africanista. A los 12 años de edad se mudó a Portmore para asistir a la escuela. Una pequeña ciudad, que fue construida para dar tregua a la saturada Kingston, llena de viviendas sociales, mosquitos y violencia callejera. En medio de tal panorama, Anthony recogió sus primeras impresiones de la vida del ghetto, para luego emigrar a la colina de Bobo Hill, conviviendo y construyendo una impertérrita fe ligada al mensaje personal de Sacerdote Emmanuel I. Dice al respecto y lleno de fascinación: “el legado de Emmanuel es muy fácil de comprender. Dios es Amor y quien se deja guiar por el Amor, venera a Dios. Por lo tanto, cómo podemos matar en el nombre de Dios o de una religión. Cualquiera que tome un arma en su mano, morirá por la misma. Sólo a través de la paz y la humildad se puede expresar Amor.”
Con esta enseñanza a cuestas a fines de los 80, justo cuando el huracán Gilbert había destrozado la isla, Anthony comenzó a oficiar sus dotes de cantante en estilo Dj frente a los Sound Systems locales. Sorprendió en la escena su particular estilo Singjay, que lo llevó a contar con el apoyo de Shabba Ranks y Supercat, no así, de Emmanuel I. El Sacerdote no aceptaba el Reggae como canal de expresión, por lo que Anthony no podía posarse en el escenario con turbante. “Nyabinghi es espiritual, Reggae es un negocio,” decía el Honorable. Dada las circunstancias y en vista del éxito que gozaban Beenie Man, Buju Banton y Terror Fabulous, entre otros, Anthony intensificó el trabajo de artista y se dejó llevar por esa vibración.
Cuando se escucha el sonido grave y resinoso de su voz es ineludible recordar a Peter Tosh, a quien reconoce como una de sus mayores influencias, junto al Don Gorgon del dancehall ochentero, Ninjaman. Desde ahí que Anthony emula entonces la mezcla furtiva de la gravedad y peso de la voz y mensaje de Tosh, junto con una puesta en escena quemante en la que Ninjaman ha sido pionero.
De la mano de Richard Bello como productor infalible y adoptado por el sello Startrail, Anthony comenzó hacer historia con bombazos líricos como “Fire Pon Rome”, “Raid the Barn” y “Universal Struggle” presentando al mundo un artista sin pelos en la lengua, que divergía diametralmente de la creciente escena del Slackness que hasta hoy domina la escena comercial jamaicana del Reggae.
Hace poco se podría decir que Anthony B. tropezó en la búsqueda de un público crossover, cuando se le ocurrió hacer el disco “Untouchable”, colaborando con artistas como Snoop Dogg, Wyclef Jean y hasta Ghostface Killah, alejándose del camino cimentado desde principios de los ’90 y teniendo una nula respuesta de la audiencia.
Lejos de su productor Bello, este paso en falso ayudó a revitalizar su nombre de artista íntegro con una producción intachable. “Black Star” del sello Máximum Sound, que presenta un sonido fuerte y confiado, reversionando el “World a Music” de Ini Kamoze. El mensaje potente se siente en cortes como “Don’t Buss Your Gun” y “Black History” mezclando una variedad de riddims e influencias.
Otras producciones le han seguido y permiten al fanático esperar con altas expectativas la presentación del Singjay. Su desenfreno sobre el escenario promete una gran tarde dominical y como es mayo, las cosechas seguro acompañarán.
Anthony B: Fire Pon Rome
