Rastafari en la Música Jamaiquina: Desde el Mento Hasta el Reggae (1º parte)


El Mento es a menudo descrito como la variante jamaiquina del Calypso, y a decir verdad sus melodías más rápidas superficialmente se asemejan al ritmo original de Trinidad. Además, su aparición en discos de 78rpm a principios de los 50s se debió en parte al éxito internacional del Calypso, pero en el análisis final el Mento deriva más que nada del folklore jamaiquino, y muestra una amplia variedad de tiempos y tipos de canciones. La mayoría de las canciones de Mento eran recuentos humorísticos del diario vivir jamaiquino, con muchas referencias al tema sexual, aunque ciertas canciones de comentario social anticiparían la etapa “consciente” de la música Reggae. El disco de Mento más excepcional en su temática fue “Ethiopia” de Lord Lebby, tal vez la primera expresión de conciencia Rastafari en disco. Casi la misma letra y melodía fueron usadas en el tema de 1980 “Back in Jamaica” de Bunny Wailer. La siguiente fase de la música jamaiquina encontraría a los artistas modelando el Rhythm & Blues americano, entre estos el boogie saltón de tales como Lester Williams, Big Joe Turner, Amos Milburn y las baladas de Johnny Ace, Nat “King” Cole, Charles Brown e Ivory Joe Hunter. Otra fuente de inspiración para los artistas de la isla fue la tradición revivalista de sus iglesias. Las letras de orientación religiosa de esta música de iglesia se acercaban mucho a los temas del tipo Rastafari que encontrarían fama más tarde, con temas como “Time to Pray” de los Mellow Larks (1959) y “Sinners Weep” (1959) de Owen Gray, por nombrar sólo un par. Por ese tiempo, el cantante y luego productor Clancy Eccles grabó “River Jordan” y la hermosa “Freedom”: “Fue un año donde estábamos pensando en la repatriación a África. Ni siquiera pensábamos en Jamaica independiente” dijo Eccles. El trío llamado Folkes Brothers –todos cristianos, incidentalmente- sólo grabó un single, “Oh Carolina / I met a man,” pero se distinguió por ser el primer 45 jamaiquino en usar percusión Nyahbinghi del maestro Rastafari Count Ossie, producida por el innovador Prince Buster. “Chubby” y “Lumumbo” de Bunny & Skitter, “Destiny” de Lascelle Perkins, “Babylon gone” de Winston & Roy y “Rock a Man Soul” y “Another Moses” de los Mellow Cats siguieron el ejemplo de “Oh Carolina” al emplear percusión Nyahbinghi de Count Ossie y sus cinco percusionistas, descritos variadamente como “The Warrikas,” “His African Drums” o “His Afro-Combo.” Donde diferían del tema de los Folkes Brothers era en su temática “consciente.” La música Nyahbinghi en su forma más pura es la música que se toca en los encuentros Rastafaris o “Grounations” y está basada en un estilo ralentizado de percusiones y cantos. A veces se incluyen guitarras o vientos (músicos de Ska como los trombonistas Rico Rodríguez y Don Drummond y el trompetista Johnny “Dizzy” Moore desarrollaron su estilo en dichos encuentros), pero sin usar ningún tipo de amplificación. La proliferación Rastafari se dio a conocer en instrumentales de dichos músicos, que empleaban la clase de acordes menores que más tarde caracterizarían la etapa “Rockers” del Reggae de los setenta. Claramente afrocéntrico, “Soul of Africa” de Rico & His Blue Boys es uno de los primeros títulos en hacer referencia a África como el hogar espiritual del hombre negro. En 1953 el trombonista Rico Rodríguez se había ido a vivir a la comunidad Rastafari de Count Ossie en Wareika Hills. En esta línea se puede hacer referencia a la música de Don Drummond, connotado músico Rastafari, con clásicos como “Addis Ababa,”“Reburial” y “Marcus Garvey Jar,”que miran hacia la próxima época dorada de la música de la isla: el Ska.